Pues no es necesario reinventar nada para entretener. Un polar de estructura clásica, con el trasfondo del San Francisco de los años 60 y el movimiento hippie y una constante sensación a Charles Manson flotando en el aire.
Hervé Bourhis sigue al milímetro las reglas de como se debe crear un buen thriller y Lucas Varela se pliega a los deseos de la industria con una narrativa más clásica y adaptada a los deseos de la industria que encaja a la perfección en la historia contada.
Acierto y acierto = Magnífica lectura.
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