Con gran expectación aguardaba la lectura del nuevo cómic de Agustín Ferrer Casas desde que este autor me habló de él en un olvidable pasado en el que los dos nos vimos obligados a portar mascarilla mientras "disfrutábamos" de un buffet desayuno envuelto en plásticos.
Supongo que las circunstancias retuvieron la historiar en mi memoria con deseo hasta que llegó su publicación.
Agustín Ferrer Casas es uno de esos autores que tienen todo para disfrutar del reconocimiento del gran público. De hecho, con su estupenda MIES ya gozó de un reconocimiento colectivo algo que esperemos vuelva a suceder con Plan de huida.
Porque esta obra atesora toda la calidad comiquera necesaria para que así sea. Hechos históricos combinados con thriller en una historia contada en dos planos temporales que nos lleva de la guerra civil y los esfuerzos realizados por la Junta de Incautación por salvaguardar el patrimonio cultural de España, entre otros la Mona Lisa del Prado, a una actualidad donde un crápula tratante de arte se junta con un historiador para intentar recuperar un tesoro perdido, cada uno con sus propios intereses.
Una super entretenida lectura, llena de ritmo, con unas transiciones entre las líneas temporales ágiles y muy bien encajadas y con el característico dibujo del autor, detallista y al servicio de la narración.