Muchos de vosotros recordaréis con apego una serie publicada por Planeta hace ya unos años y que trataba a modo de culebrón familiar la historia de una fabrica de cervezas. El título con el que esta serie fue conocida en España fue el de Los maestros cerveceros.
Me sirvo de este título para realizar la introducción de Viñas de Burdeos porque si cambiamos la cerveza por el vino y movemos la acción del pasado a nuestros días, este cómic comparte muchas de las características de los cerveceros.
Tras el deceso de su padre, los tres hermanos Baudricort heredan la explotación vinícola familiar, una vasta heredad situada en el corazón del Medoc. Los dos hermanos cuentan con deshacerse rápidamente de la propiedad y de las deudas que comporta. Pero su decisión es inmediatamente cuestionada por la determinación de su hermana, Alexandra, que ve en esta herencia, la oportunidad de reconducir su vida en la tierra que la vio nacer.
Esto me suena a Falcon Crest, muchos dirán. Pues sí, es innegable que el factor culebrón está presente, pero hablemos de un Falcon Crest al estilo francobelga, donde el thriller conspiranoico se mezcla con una documentación que sin duda agradará a los amantes del mundo del vino.
Un álbum que interesará por igual a los seguidores de las series medias franco-belgas y a aquellos que lleguen a ella atraídos por la referencia vinícola.
