De grato recuerdo por sus guiones en cómics como La casa de la playa o La inmersión, Severine Vidal vuelve a tener una novedad en nuestro país, una vez más, compartiendo esta vez labores creativas con el dibujante español Adrián Huelva.
Las historias de Vidal son siempre de gran sencillez, sin rebuscados giros de tramas y dejando que el factor humano y vital con las que las impregna hagan gran parte del trabajo.
En Los países de Amir vuelve a repetir este esquema con la historia de Amir, un refugiado sirio apasionado por la cocina, en busca de asilo político tras perderlo todo en su país de origen y en Francia tras un incendio que destroza su casa okupa. Pero no hay mal que por bien no venga, porque gracias a esta desgracia conoce a Solange, una enfermera con la que entabla amistad y que lo acoge en su casa como otro miembro de su familia. Pero claro ya os podéis imaginar que no todo el mundo va a ser tan comprensivo y humano como Solange y su familia.
Una trama tan simple como efectiva que se transforma poco a poco en una historia que nos consigue atrapar y con la que es imposible no acabar con renovada fe en el ser humano.
De esos tebeos luminosos que te acaban alegrando el día.
