Una tienda de barrio situada en una esquina de una zona de Baltimore rodeada de pequeños trapicheos con droga. Inevitable que no se venga a la mente David Simon y su The Wire. Y si, la referencia está ahí y es marcada, pero también lo está el sello personal que Guillaume Singelin impone a sus creaciones, en esta ocasión, en colaboración con Aurélien Docoudray.
Reparto coral. Historias individuales que se van cruzando. Cultura, estadounidense, de barrio. Violencia de todo tipo con momentos de ultraviolencia.
Un relato que da cuenta, al ritmo que impone el barrio, de las miserias del imperio yanqui; pobreza, drogas, bandas, nazis, veteranos de guerra, gentrificación, sistema político corrupto, cárceles que son el fin del camino, racismo, policía autoritaria...
Bueno, al final lo de The Wire va a ser algo más que una referencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario