Serie de culto dentro de la BD Franco-Belga, Los Innombrables es totalmente incatalogable.
Se podría vender como una serie de aventuras, de espionaje o como la quieras definir. Pero una vez que pasa las hojas no puedes dejar de sorprenderte.
Humor ácido, incluso negro, violencia, sexo, personajes atípicos que hacen lo que les da la gana sin atender a cuestiones morales. Vamos, como para dejarlo pasar.
Puede que muchos se sientan descolocados con este batiburrillo de opciones temáticas. Es comprensible. Hay momentos en los que se roza el surrealismo narrativo. Pero en esos momentos, ahí está Yann para darle un giro al guión y engancharte de nuevo, hasta la próxima ida de olla.
Por otro lado, la simbiosis entre guión y dibujo es total. Yann se entiende a la perfección con Conrad, y este último pone a su servicio su genial toque personal, con ese trazo redondo que sirve igual para las escenas de acción, como para las escenas más cómicas.
De hecho, ver un dibujo que muchos pueden calificar como infantil, mezclado con unas tramas y unos diálogos para adultos, es una de las características que hacen especial esta serie.
Dibbuks publica ahora el primer volumen.
La cosa no está mal. Hay momentos memorables, pero también tiene algún bajón de ritmo.
Lo mejor está aun por llegar.
En Francia publicaron este mismo año el 10 tomo de la serie.
Una serie a seguir, si o si.
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