Llevaba un tiempo queriendo destacar este tebeo de la editorial Sinsentido, que en su día se me pasó entre tanta novedad y que gracias a varios clientes pude recuperar a tiempo.
Porque la verdad, entre tanta novedad, Metralla podría pasar como el típico tebeo gafapasta totalmente prescindible. Poco que ver con la realidad.
Metralla es uno de los tebeos más frescos y esperanzadores que puedes encontrar hoy en día en las estanterías.
Pese a que la acción esta situada en Tel Aviv, y con el conflicto Palestino de fondo, que nadie espere aquí una crónica de guerra o un relato autobiográfico en el que el autor nos cuenta sus miserias.
Lo que tenemos aquí, es una historia, que para bien o para mal, tiene de telón de fondo un país sumergido en una guerra. La aparición de un cadáver no indentificado, tras un atentado, sirve de espoleta a una búsqueda que va a llevar a nuestros protagonistas mucho más allá de donde tenían pensado.
En la línea de esas historias que tanto me gustan a mi, como puede ser Caída de bici y similares, donde parece que no se cuenta nada, pero por el contrario se cuenta todo. Por medio de matices, de diálogos, presentándonos personajes tan reales que encajan perfectamente en la ficción. Con un ritmo pausado pero constante, sin dejar que el lector se vaya nunca de la historia, y con unos recursos gráficos que se adaptan perfectamente a lo que se quiere contar.
Un gran descubrimiento entre tanta novedad.
Que no os pase como a mi, y rescatarla del la pila de novedades atrasadas.
Porque la verdad, entre tanta novedad, Metralla podría pasar como el típico tebeo gafapasta totalmente prescindible. Poco que ver con la realidad.
Metralla es uno de los tebeos más frescos y esperanzadores que puedes encontrar hoy en día en las estanterías.
Pese a que la acción esta situada en Tel Aviv, y con el conflicto Palestino de fondo, que nadie espere aquí una crónica de guerra o un relato autobiográfico en el que el autor nos cuenta sus miserias.
Lo que tenemos aquí, es una historia, que para bien o para mal, tiene de telón de fondo un país sumergido en una guerra. La aparición de un cadáver no indentificado, tras un atentado, sirve de espoleta a una búsqueda que va a llevar a nuestros protagonistas mucho más allá de donde tenían pensado.
En la línea de esas historias que tanto me gustan a mi, como puede ser Caída de bici y similares, donde parece que no se cuenta nada, pero por el contrario se cuenta todo. Por medio de matices, de diálogos, presentándonos personajes tan reales que encajan perfectamente en la ficción. Con un ritmo pausado pero constante, sin dejar que el lector se vaya nunca de la historia, y con unos recursos gráficos que se adaptan perfectamente a lo que se quiere contar.
Un gran descubrimiento entre tanta novedad.
Que no os pase como a mi, y rescatarla del la pila de novedades atrasadas.
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