Con el título de Castaka nos llega la continuación de la famosa saga de los Metabarones. Una continuación que es un salto a los orígenes de la familia Metabaron, presentandonos a los que fueron los ancestros de los protagonistas originales.
Como siempre, Jodorowsky, hábil tahúr del guión, se saca de la manga otro as, y es capaz de reinventar una historia mil veces contada, incluso por el mismo.
Sin poder decir que sea un mal guión, la verdad es que todo lo que nos cuenta suena a pasado, ya visto. Los personajes son arquetípicos y las situaciones previsibles.
En fin, Jodorowsky 100%.
Pero no tiene ninguna importancia, porque lo que de verdad eleva este tebeo al olimpo de los elegidos, es el trabajo de Das Pastoras.
Imposibles que os hagáis una idea de la calidad que atesora el apartado gráfico de este tebeo, sin echarle un vistazo.
En una época donde cada vez se tiende más a la economía de medios, Das Pastoras da todo un recital de como se tiene que hacer un tebeo.
Una narración al mismo tiempo clásica pero que no deja de innovar en cada viñeta, unos personajes con un dinamismo casi real, un color simplemente increíble.
Paginas repletas de detalles. Mires donde mires hay algo. Te puedes perder en cada viñeta, buscando detalle tras detalle, cosas que en principio pueden parecer superfluas, pero que en su conjunto es lo que le dan ese toque de extraordinario.
Jodorowsky le da rienda suelta al diseño creativo de Das Pastoras y eso se nota, porque la capacidad para crear mundos fantásticos de este autor no tiene limites.
Recomiendo a cualquiera que pueda echar un vistazo al tebeo, que lo abra por la página doble en la que se detalla una batalla.
Más de 50 personajes, totalmente detallados, sumergidos en una sangrienta batalla. En todo momento sabes que está haciendo cada persona, y es más, puedes ver sus expresiones en incluso detalles de sus trajes.
Vamos, de locos.
En fin, todos aquellos que tengáis la oportunidad de haceros con el álbum, no dejéis pasar la oportunidad de contemplar uno de los grandes dibujantes que tenemos en la actualidad, en España y en el mundo.
Como siempre, Jodorowsky, hábil tahúr del guión, se saca de la manga otro as, y es capaz de reinventar una historia mil veces contada, incluso por el mismo.
Sin poder decir que sea un mal guión, la verdad es que todo lo que nos cuenta suena a pasado, ya visto. Los personajes son arquetípicos y las situaciones previsibles.
En fin, Jodorowsky 100%.
Pero no tiene ninguna importancia, porque lo que de verdad eleva este tebeo al olimpo de los elegidos, es el trabajo de Das Pastoras.
Imposibles que os hagáis una idea de la calidad que atesora el apartado gráfico de este tebeo, sin echarle un vistazo.
En una época donde cada vez se tiende más a la economía de medios, Das Pastoras da todo un recital de como se tiene que hacer un tebeo.
Una narración al mismo tiempo clásica pero que no deja de innovar en cada viñeta, unos personajes con un dinamismo casi real, un color simplemente increíble.
Paginas repletas de detalles. Mires donde mires hay algo. Te puedes perder en cada viñeta, buscando detalle tras detalle, cosas que en principio pueden parecer superfluas, pero que en su conjunto es lo que le dan ese toque de extraordinario.
Jodorowsky le da rienda suelta al diseño creativo de Das Pastoras y eso se nota, porque la capacidad para crear mundos fantásticos de este autor no tiene limites.
Recomiendo a cualquiera que pueda echar un vistazo al tebeo, que lo abra por la página doble en la que se detalla una batalla.
Más de 50 personajes, totalmente detallados, sumergidos en una sangrienta batalla. En todo momento sabes que está haciendo cada persona, y es más, puedes ver sus expresiones en incluso detalles de sus trajes.
Vamos, de locos.
En fin, todos aquellos que tengáis la oportunidad de haceros con el álbum, no dejéis pasar la oportunidad de contemplar uno de los grandes dibujantes que tenemos en la actualidad, en España y en el mundo.
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