Después de la mudanza llega la calma y la normalidad. El ritual de lo habitual, aunque por el momento todo es un poco más novedoso y menos habitual. Una mudanza que coincidió con la salida de novedades del Salón del Cómic de Barcelona por lo que material de lectura no va a faltar.
Poco a poco nos vamos poniendo al día en cuanto a lecturas pendientes se refiere. Uno de esos cómics que esperábamos con ganas y curiosidad era Pistuví. Ya en su momento estuvo a punto de caer la edición francesa pero cuestiones de peso y aviones no lo permitieron. Gracias a Spaceman Books tenemos disponible edición en castellano.
Pistuví va un poco en la línea de Preciosa oscuridad. Uno de esos cómics de apariencia infantil pero que realmente está pensado para mentes adultas. De hecho, los grandes atractivos de Pistuví solo podrán ser apreciados por lectores con una cierta trayectoria vital y con capacidad para apreciar los detalles y matices reflejados en esta historia de difícil clasificación argumental.
Digamos que Pistuví es un cómic de sensaciones, donde el atractivo visual es innegable y donde nosotros como lectores vamos a tener que colaborar a la hora de cimentar una trama a la que los autores dan la importancia justa y necesaria.
Pistuví es todo un desafío para un librero porque es de esos cómics que no puedes dejar de recomendar pero de difícil justificación formal a la hora de respaldar la recomendación con hechos.
Lo mejor que podéis hacer es abrir el libro, echar un vistazo y dejaros llevar.
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