Aquí me encuentro, leyendo las aventuras de Batman y/con el Joker por Europa. Sin saber muy bien qué me ha llevado a empezar la lectura, pero viendo que una vez comenzada, esta lectura sigue su curso.
Desde luego, tengo claro que esta no es la mejor historia de Batman que me ha pasado por las manos. El extra de ver a Batman en Europa, aunque simpática, tampoco es definitiva. Y la trama, en la que un virus lo lleva a tener que colaborar mano a mano con el Joker en busca de una cura, pese a que tiene algún momento brillante, tampoco es razón suficiente. Azzarello y Casali se limitan a salir airosos de un trabajo de encargo.
¿Entonces, cuál es la razón de seguir pasando páginas? Ah, claro, Giuseppe Camuncoli. Un pequeño genio del dibujo. Esta tiene que ser. Por eso sigo leyendo este cómic.
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