La espiral ascendente que traza el mercado de novedades comiqueras tiene muchas zonas oscuras que solo el tiempo dirá si son positivas o negativas. Pero es innegable, cuando ves delante el magnífico tomo que recopila la dominicales de Gasoline Alley de Frank King, que a nivel de oferta para los lectores, estamos viviendo una época dorada.
Quedémonos con esta parte positiva para hablar de una de las obras maestras del cómic.
Frank King es uno de los autores más innovadores que han existido en la historia del noveno arte. En las primeras décadas del siglo pasado, en los comienzos de la historia de este medio, creó una serie que a día de hoy sigue siendo de una modernidad rompedora. Sus páginas y sus dibujos son poesía en movimiento, y en muchos casos cumplían una función didáctica también. Walt y Skeezix, sus protagonistas, crecían de manera realista según la serie avanzaba, cautivando y enamorando a todo tipo de lectores. Viajan por mundos reales y de fantasía, rompiendo el marco de la viñeta en más de un sentido.
Esto es lo que nos vamos a encontrar en la edición de Diábolo acompañaada de varios artículos sobre la vida y obra de Frank King, así como abundante material gráfico sobre él y su trabajo.