«Me quejaba, en medio de un grupo, de nuestra propia cobardía, cuando pasaron tres jóvenes, cogidos de la mano y gritando «¡A las armas!»
Esta anécdota recogida por Camile Desmoulins en uno de sus textos sobre la revolución del 12 de julio de 1789 sirve de punto de partida para que Morvan piense una de esas tramas donde la novelización se mete en los hechos históricos en busca del entretenimiento lector.
Lejos de ser una propuesta original si que podemos colocar sin mucho problema la etiqueta de resultona y entretenida con una trama que sabe sacrificar el rigor histórico en aras de la aventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario