Me das ansiedad

El duelo fue uno de los cómics boca en boca del año pasado. Con ella, Paula Cheshire, consiguió llegar a un buen puñado de nuevos lectores que vinieron para quedarse. Por esta razón, tiene todo el sentido que la autora y la editorial Fandogamia resuciten las historias que Paula publico en su día como fanzine.

Una obra más luminosa, con mucho humor y donde las cuestiones existenciales quedan diluidas entre el buenrollismo que emana de las páginas.

Ninguna razón para no adentrarse en esta obra con o sin duelo.

Do a powerbomb!

Daniel Warren Johnson realizó un sentido homenaje al heavy metal en Murder Falcon llevando la música a su terreno. En Do a powerbomb repite esquema realizando otro homenaje a otra de sus grandes pasiones; la lucha libre.

Darle el trasfondo de la lucha libre a este autor es como darle dinamita a un chimpancé. Sabes que en breve  el cómic te va a explotar en las manos. No es difícil imaginar el festival de acción que va a poner en cada una de las páginas de este cómic. La excusa le viene servida con combates a vida o muerte donde cada luchador desplegará sus mejores trucos.

Treméndamente divertida.  Visual a más no poder. Irreverente. Inexplicable como de algo tan absurdo puede salir algo tan bueno. Daniel Warren Johnson al 110%.

Jiujitsufragistas

Si os digo que en los inicios del movimiento sufragista hubo un grupo de mujeres que decidieron convertir su cuerpo en un arma defensiva ante los ataques de la policía al más puro estilo Steven Seagal suena a trama de peli de acción. 

Una vez más, la realidad supera a la ficción porque esta trama es totalmente real y tiene una base histórica y documental. Jiujitsufragistas se centra en la figura de Edith Garrud, la primera formadora en autodefensa feminista quien conseguirá formar a un grupo de mujeres del entorno de la activista Emmeline Pankhurst.

Un cómic que compagina por igual las partes de trama política inherentes a la lucha de las mujeres sufragistas con otras donde la acción y las escenas de lucha toman el protagonismo.

Esta obra hace justicia y da el protagonismo que merecen a estas luchadoras a las que la historia no les concede todo el protagonismo que merecen.

La casa del diablo

Una de las series clásicas de la era de las revistas goza de una nueva vida gracias a la edición integral de Isla de Nabumbu.

Esta historia pensada por Alan Grant y John Wagner y dibujada por José Ortiz tiene la estructura de capítulos serializados como fue publicada originalmente y lo que en las primeras entregas podría parecer una historia de terror sección casa encantada poco a poco se va abriendo a un alucinante viaje donde el terror y lo sobrenatural es permanente compañero de viaje.

Un trabajo que sigue conservando el ritmo y la frescura necesaria para que cada historia nos deje con ganas de más y no obligue a continuar la lectura para saber que va a pasar con Elliot Aldrich, su mujer Casandra y el resto de poseídos por el diablo Daemon.

Bodas de sangre

 ¿Os imagináis a Dalí como una especie de espía metido en una conspiración, surrealista, no podía ser de otra manera, para evitar que Franco tome en poder en 1936?

Pues no sé vosotros, pero Jean-Pierre Pécau y Fred Duval si que lo han imaginado y transformado en una alocada ucronía donde el futuro, no solo de España sino de toda Europa, cambiará debido al inefable Dalí.

En Bodas de sangre el relato histórico se pliega en aras de la aventuras y la acción en una thriller de espías con Dalí a las riendas. 

Bajo los guijarros, la playa

Paren las rotativas. Tenemos un nuevo Rabaté en el mercado.

Excepcional creador de atmósferas. Dominador de los certeros diálogos. Habitante de un extraño costumbrismo. Todas estas señas de identidad están presentes en Bajo los guijarros, la playa.

A medio camino entre la nouvelle vague y el ritmo beatnik se desarrolla esta trama donde tres jóvenes burgueses disfrutan el final de sus vacaciones en la playa a la espera de recuperar su destino como grandes dirigentes dentro de nuestra sociedad. Todo trascurre como estaba pensado hasta que una peculiar mujer fatal se cruza en sus caminos. Desde ese momento, su verano dejará de ser un verano más.

Un cómic que tiene tanto de polar de misterio como de comedia romántica sin olvidar esa crítica social inherente a cualquier obra de Rabaté quien sabe adornar todo el conjunto con la lírica belleza que solo su trazo y dibujo puede alcanzar.

Una deliciosa exquisitez comiquera.

Los dominantes

Como todos los veranos necesitamos nuestra ración de lectura piscinera, puesto al que oposita con todo merecimiento este Los dominantes.

Un solvente creador de éxitos para el gran público como es Sylvain Runberg se inventa esta trama de invasión alienígena mezclada con sociedad postapocalíptica. Una excusa como otra cualquiera para poner esta trama al servicio de la acción y unos giros de guion que nos mantendrán encadenados a la lectura.

Gran parte del atractivo de la lectura es ir descubriendo los diferentes tipos de criaturas extraterrestres a cada cual con un nombre más pintoresco; los repugnantes, los migrañosos, territoriales, estacionarios, nauseabundos.

Toledano aporta una ejecución gráfica perfecta para el tipo de historia contada. Todo junto nos da eso de lo que hablábamos al principio. Lectura piscinera muy recomendable.

Los cazadores solitarios

Tyler Crook es uno de esos artistas que se asentó en la industria por su personal registro gráfico y que una vez establecido va demostrando que además de un gran dibujante también es un gran guionista y creador de historias.

Los cazadores solitarios es su último ejemplo. Una trama que recupera argumentos ya vistos para interpretarlos con un cierto soplo de frescura reforzado por una intachable propuesta gráfica. 

Un cómic de atmósfera que juega con el concepto del antihéroe y el elegido paseándose tranquilamente por los campos del horror.

Hay muchas posibilidades de que os acerquéis a este cómic atraídos por el cebo que supone el arte de Tyler Crook pero al que tras acabar su lectura lo elevéis a otro nivel de interés más general.

Urban

Yo no me canso de difundir la palabra de Brunschwig. Cualquier obra de este guionista tendría que tener vuestra atención inmediata. Urban no es una excepción. Una poliédrica historia que va visitando géneros hasta formar su propia personalidad. De la ciencia ficción se pasa al thriller de acción de ahí al drama personal sin abandonar un tono de humor absurdo. 

Mi placer, una inmensa ciudad creada de la nada dedicada al ocio, el juego y el placer. Allí llega Zacchary Buzz quien abandona la granja familiar para intentar unirse a los Urban Interceptor, la policía del ocio.

Este es el inicio de un trama que nos mantendrá siempre en vilo, llena de giros y cambios de óptica, siempre manteniendo el ritmo y con numerosos matices que elevan este cómic más allá de mero entrenimiento.

Las palabras de Brunschwig encuentra en Roberto Ricci al mejor aliado para ilustrar el extraordinario universo de Mi placer y sus extrambóticos habitantes.

Historia completa publicada en formato integral por Yermo que nos garantiza una lectura de calidad de la primera a la última hoja. No era fácil salir airoso de todos los giros argumentales introducidos en la obra y estos dos autores lo consiguen con creces.

El chico y el perro

Desde que vemos la portada de este manga ya tenemos claro que con este libro nuestra sensibilidad se va a poner a flor de piel. No va a ser un drama parecido al de ese otro perro que estaba enamorado de las estrellas pero tened claro donde os vais a meter.

Dicho esto, este manga es una adaptación de uno de los últimos éxitos de la literatura japonesa creado por Seishu Hase donde se incide en las asombrosas relaciones capaz de desarrollarse entre algunos humanos y algunos animales.

Takashi Murakami pone en imágenes las palabras de Hase y nos relatan el viaje de un pastor alemán callejero que abandonado tras el tsunami de 2011 es recogido por un hombre cuya madre sufre demencia y encontrara en Tamon un fiel compañero.

Esta será la primera parada de nuestro canino protagonista en un viaje que lo llevará a atravesar Japón, cruzándose con otros personajes en busca de completar su objetivo final.

¿Cuál es ese objetivo? Pues vais a tener que leeros el manga para saberlo.

El fantasma que alimento

Victoria Ying, autora bien conocida por sus obras dirigidas a adolescentes en un tono de comedia romántica, opta por mantener el caparazón gráfico al que nos tiene acostumbrados pero adentrándose en esta ocasión en una historia mucho más personal que trata sobre los trastornos alimenticios de los que la autora pueda hablar en primera persona.

Merito de esta autora conseguir que una historia con un trasfondo tan duro y complicado de contar como es el de los trastornos alimenticios no entre por los ojos de una manera tan dulce a modo de comedia romántica.

Dependiendo de cómo nos toque de cerca el asunto tratado este cómic tendrá un impacto emocional mayor o menos en cada lector, pero nos toque de cerca o de lejos, siempre será una lectura tan recomendable como instructiva.

Las estrellas

Conocido es por todos que nuestra manera de embarrar el mundo en el que vivimos siempre viene condicionada por nuestra visión adulta del mismo. Un problema entre dos adultos deja de serlo para dos niños.

Jacques Goldstyn recoge esta línea de pensamiento para crear una preciosa historia de la que podemos extraer que si todos mantuviéramos la tolerancia y la capacidad de soñar que tienen los niños mejor nos iría.

Un niño judío y una niña musulmana se encuentran en el parque y enseguida descubren que comparten la misma pasión por las estrellas. Pero sus padres no quieren comprenderlo…

Las estrellas traslada al lector al barrio de Mile-End de Montreal, con sus bagels, sus escaleras, sus casas, su población ecléctica… y sus diferentes religiones.  Aunque las diferencias culturales puedan resultar muchas veces un tema delicado, Goldstyn lo aborda con mucha sencillez, con humor y sobre todo enfatizando lo que nos une más que lo que nos separa. 

Una álbum de simple factura pero de gran calado emocional apta para lectores de cualquier edad.

Fuego de Bengala

"Una historia no tiene por qué ser como una casa, con su puerta para entrar, sus ventanas para ver el paisaje y su chimenea para el humo. También es perfectamente imaginable una historia en forma de elefante, de campo de trigo o de fuego de bengala".

Exactamente esto es lo que demuestra David Sánchez con cada una de sus inquietantes y enigmáticas ultimas propuestas. Tes cómics; Un millón de años,  En otro lugar, un poco más tarde y Fuego de bengala que forman una trilogía a la que no es difícil imaginar como un ente unitario.

Una obra estimulante en todos sus aspectos, desde el gráfico hasta el temático pasando por el conceptual. Un autor diferente que usa las armas que el propio medio le otorga para intentar cambiarlo. 

Al final, lo único que cuenta, es encontrar el camino al siguiente nivel.

Elisa y Marcela

Esta obra nació como un encargo del Consello da Cultura Galega a Xulia Vicente para celebrar el Día del Orgullo LGTBI 2020 que ahora la editorial La Cúpula recupera para su distribución comercial.

Un encargo que esta autora supo transformar en una preciosa novelización de la historia de Elisa y Marcela, dos mujeres que a finales del siglo XIX desafiaron con su amor todas las convenciones de la época en lo que en su momento la prensa recogió como un "matrimonio sin hombre".

Bonita historia en un bonito cómic cuya historia, desgraciadamente, aún tiene que seguir siendo reivindicada en nuestro días.

Hajime no Ippo

Pues con esa portada pocas dudas puede haber. Sí, este es un manga deportivo sobre el mundo del boxeo. 

Y este mundo esta perfectamente retratado por su autor, Jyoji Morikawa, conocedor al detalle porque además de mangaka también es manager de boxeadores japoneses. Por lo tanto de rigor y documentación vamos sobrados, algo que se nota en el conjunto de la obra pero especialmente en todas las escenas de acción que te trasladan como protagonista de primera fila en los combates.

El esquema clásico de joven reservado que sufre acoso en la escuela y que busca refugio en el mundo de los guantes no es de lo más original pero pronto nos olvidamos de lo trillado de la premisa inicial antes la dinámica y efectiva narrativa con la que el autor va construyendo a los personajes en un torrente de acción satinado con pequeños elementos de humor.

Un manga que no da más de lo que promete pero que garantiza entretenimiento en un agradable lector dejándote con ganas de seguir la carrera de Ippo Makunouchi.

Salitre

Familia. Todos tenemos una y cada una de ellas tiene su propia historia. Salitre no deja de ser la historia de una familia. Concretamente la familia de Mariló. Ella ese el eje sobre el que todo pivota y José Luis Vidal y Jorge González los encargados de relatarnos sus vivencias.

Primero, la historia del abuelo. Luego la de la propia Marilo, su marido Chano y sus tres hijos. Coprotagonista en todo el relato la omnipresente ciudad de Cádiz, sus gentes, su mar.

Fragmentos de la vida de esta familia y de la propia ciudad secuenciados por medio de abruptas elipsis que acompañan a los protagonistas con su propio ritmo narrativo a los que Jorge González les da todo el poderío gráfico inherente a su arte. 

Salitre es carnaval, piedra ostionera, la playa de La Caleta, viento de levante y un recuerdo que trae a la memoria un cielo que se tiñó de rojo…