Si allá por los años 80 andabas todo el día en la calle intentando no esnafrarte con un monopatín, gastándote tu paga en las maquinitas y flipando con los 8 bits, este cómic está diseñado a tu medida.
Rick Remender rinde un sentido homenaje a lo que fue ser niño en esa época y se saca de la manga una trama muy en la línea de peli de videoclub de sábado por la tarde como podrían ser Karate Kid y similares.
Un cómic que no inventa nada y que va más allá de un mero ejercicio de nostalgia para transformarse en una historia tan dinámica como divertida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario