Alejado momentaneamente del mundo del cómic, pero asistiendo de manera regular a la cita con sus queridos personajes de La liga de los extraordinarios caballeros, nos llega un capítulo especial de la serie que funciona a modo de spin-off o historia paralela, apartándose de los habituales para ceder todo el protagonismo a Janni Dakar, la hija y heredera del mismo capitán Nemo.
Una historia que empieza y acaba con una búsqueda de nuevas aventuras de Janni Dakar, la cual la trasladará a las heladas tierras ártícas y que servirá de excusa perfecta para que Alan Moore se deje llevar por su desbordante imaginación en esa ya habitual mezcla de géneros y referencias que admiten diversos niveles de lectura, desde el lector habitual en busca de un entretenimiento hasta el erudito capaz de localizar todas y cada una de las referencias.
En ese nivel, Alan Moore se muestra menos críptico que en las últimas entregas de Century, como si accediera a realizar una obra apta para todos los públicos, pero en donde sin duda encontraremos perqueñas joyas y experimentos narrativos marca de la casa.
En el dibujo, Kevin O'Neill sigue en su pedestal de calidad, sabiendose poseedor de toda la libertada para interpretar los mundos salidos de la mente de Moore herederos de toda la cultura pulp.
Inimaginable el nivel de detalle referencial al que puede llegar el señor Moore, con esa presencia de nuestro televisivo Dartacan, salido de nuestra más tierna infancia.
Un capítulo más en la serie de La liga, compra segura para los seguidores de la serie y un volumen unitario muy recomendable para los fans de las lecturas lovecraftianas.
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