Julio de 1899, el Union Pacific Express parte de Folsom, Nuevo México, con 47 pasajeros a bordo y, lo que más nos interesa, van cargados de joyas y dinero. Y digo que nos interesa porque nuestro papel en este juego es el de los bandidos. Podemos ser un ladrón de guante blanco, un forajido indígena, una linda señorita que parece que no ha roto un plato o una aguerrida cheyenne... todos con diferentes cualidades y todos con el mismo objetivo: hacerse con el máximo botín posible. Y para ello no vamos a escatimar en puñetazos, balas y otras jugarretas contra el resto de asaltantes; esto no es un juego cooperativo, aquí solo contamos con nosotros mismos y la -buena o mala- suerte que podamos tener.
La situación inicial es la siguiente: en un (¡chulísimo!) tren estamos todos los jugadores (de 2 a 6) repartidos en los vagones. En estos encontramos bolsas de dinero, diamantes y un maletín muy jugoso. El juego consta de cinco rondas, en cada una de las cuales hemos de jugar nuestras cartas de acción (robo, puñetazo, subir/bajar, avanzar/retroceder, disparar o mover al Sheriff) sabiendo que no se resolverán hasta el final de la ronda; es decir, si queremos robar antes que los demás o esquivar sus balas, por ejemplo, hemos de recordar qué carta ha jugado cada participante anterior e intentar predecir qué movimientos harán los siguientes. Si sois más de cuatro será bastante complicado y al final de la ronda más de uno habrá dado puñetazos al aire o habrá intentado robar en un vagón vacío.
Intenta ser el ladrón más inteligente y utilizar todos los recursos disponibles no solo para conseguir más botín, ¡sino para poner en problemas a los demás jugadores!
Juego más que recomendable para una sobremesa de familia o con amigos. No es complicado, sí muy divertido y con buen diseño y además una partida no supera los 30 minutos por lo que tampoco robará demasiado de tu valioso tiempo.
***Consejo: utiliza al Sheriff a tu favor y envíalo contra tus rivales y gasta todas tus balas para llevar 1.000$ extra ;)
Amadelcalabozo
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