A través de la historia de un equívoco e impensado jugador de ajedrez en esta obra se tocan de manera muy sutil infinidad de temas. Claramente, el nazismo y como afectó a las clases más pudientes de la sociedad alemana de la época contrarias a los intereses del movimiento, juega un papel principal de la trama, pero de fondo, nos encontramos otros temas recurrentes cuando el nazismo asoma, como pueden ser la opresión y la barbarie a la que es capaz de llegar el ser humano en tiempos convulsos.
Con absoluta maestría tanto en la parte narrativa como en la parte gráfica, David Sala se saca de la manga un extraordinario cómic que cobra aún más sentido en estos tiempos de vivimos y donde demuestra de las infinitas posibilidades narrativas que puede ofrecer el lenguaje del cómic en una obra que trasmite la esencia de la obra original sin renunciar por ello a tener su propia personalidad.
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