Pues tenía mucha razón el amigo Juan Díaz Canales cuando reclamaba toda nuestra atención para con la nueva obra de Antonio Navarro, este Homónimos que nos ocupa. Una obra que sobresale entre la hornada de grandes novedades que nos está deparando el año comiquero.
Antonio Navarro, por desgracia, es un autor que no se prodiga todo lo que debiera, comiqueramente hablando. Y es una pena, porque la maestría narrativa de este autor es significativa.
Para la ocasión, a través de la historia de varios Antonios Navarros, que son todos distintos y la misma persona, el Antonio Navarro autor nos propone un juego, que realmente tiene más de reflexión que de juego, sobre la condición humana, el poder de las palabras y la esencia del ser humano contenida en su nombre.
Algo que, dicho así, podría sonar a tostón infumable, pero que puesto en escena por este autor se traduce en una deliciosa lectura comiquera, donde todo encaja y en la que Antonio Navarro, el autor, realiza un tour de force gráfico, tocando diversos estilos como la línea clara, el stop-motion, el expresionismo o incluso el grabado medieval, según la necesidad narrativa que la historia de cada Antonio Navarro, los protagonistas, requiere.
Un cómic sensacional que induce a la lectura y la relectura y del cual no tengo la más mínima duda que figurará entre los grandes cómics de este 2018.
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