Acostumbrados a una versión de Cyril Pedrosa más cercana al costumbrismo y al lirismo, "sorprende" esta aproximación al thriller en clave de ciencia ficción humanista en la que Pedrosa desempeña el papel de guionista haciéndose acompañar en la parte gráfica por Nicolas Gaignard.
Una distopía que tiene lugar en un futuro aterradoramente próximo y familiar donde un estado totalitario controla a sus ciudadanos a través de las fuerzas del orden y un peculiar suero de la verdad que garantiza el control de los elementos anómalos y discordantes con lo establecido.
Sin estridencias, con un estilo narrativo lento pero lleno de ritmo y con unos diálogos acordes al tono oscuro y seco de la obra, Pedrosa y Gaignard exploran los límites del poder, su confrontación con el libre albedrío y como la sociedad "perfecta" tiene que pagar un precio para llegar a serlo.
Una nueva faceta de Pedrosa, distinta a lo ya visto pero igual de interesante.
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