Taiyó Matsumoto, uno de los mangakas más innovadores e imprevisibles del momento, vuelve a sorprendernos con esta pequeña maravilla que surge de un encargo/colaboración con el museo del Louvre.
Para la sección gatuna de los que estáis leyendo esto, poco más tengo que deciros. Mirad la portada y comprad el cómic.
Para los que necesitéis algo más que la presencia de unos gatos, os confirmo que Matsumoto consiguen combinar con gran maestría sus extraordinarios universos llenos de poesía y sensibilidad con la función didáctica y divulgadora que se le supone al encargo, acercando al gran público las pequeñas maravillas que el Louvre esconde entre sus paredes una vez que este cierra sus puertas a los visitantes por medio de un grupo de gatos que "se esconden" en su ático.
Una historia que por si sola se hace merecedora de compra, pero a la que si añadimos toda la personalidad, belleza y fuerza gráfica de Matsumoto, sube varios peldaños para estar entre nuestros imprescindibles del mes.
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