De las pocas cosas positivas que le puedo encontrar a este periodo de confinamiento es que al parar el ritmo de novedades unido a tener mucho más tiempo para la lectura, ese acto ya para mi desconocido que era el de la relectura, se volvió a introducir en mi vida, permitiendo volver a disfrutar obras que ya hacía mucho tiempo que fueron visitadas.
Entre esas relecturas de confinamiento, tengo que hacer especial mención a la trilogía de Aldebarán creada por Leo. Una obra que ya había leído en su momento en la antigua edición de Planeta y que recuperé ahora en la nueva edición integral de ECC.
Ciencia ficción de manual con un guión que alterna en dosis perfectas aventura, culebrón y ciencia ficción, con unos mundos y especialmente un bestiario rebosante de imaginación y unos carismáticos personajes que dentro de esta distopía fantástica consiguen ser extrañamente reales.
Esta relectura me permitió redescubrir esta serie, a la que tenía catalogada como una buena serie de ciencia ficción y que recomendaba habitualmente, pero que no sé si por el momento o por el bagaje lector, ahora mismo ha subido mucho puntos en mi valoración hasta poder elevarla a la categoría de indispensable.
Si todavía no habéis tenido la oportunidad de entrar en los mundos de Aldebarán, en cuanto podáis, corregid este error y haceos con la edición integral de ECC compuesta por tres tomos; Aldebarán, Betelgeuse y Antares. Si ya la habéis leído, no dejéis de revisitarla en cuando podáis. Para mi fue todo un acierto hacerlo y redescubrir esta gran serie a la que no le había dado todo el mérito que merece. Más vale tarde que nunca.
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