Jim Bishop parte, en tanto en cuanto creador, con la ventaja de saber que su irresistible propuesta gráfica lo va a colocar siempre en los primeros puestos de nuestras opciones de compras, con un brillante color y unas nada disimuladas reminiscencias a lo Miyazaki como principales señas de identidad.
¿Pero queda espacio lector en nosotros para otra historia de fantasía medieval? ¿Puede Bishop aportar algo a la larga lista de títulos en nuestro haber?
Pues sí. Se puede. Y lo hace.
Con este tono de fantasía oscura que tanto nos gusta por BD esta excusa argumental de princesas, príncipes y magos sirve para desplegar argumentos secundarios más contemporáneos como las relaciones tóxicas, la emancipación femenina, la autorealización, eso sí, todo entre preciosos bosques encantados, hadas, espíritus errantes y magos, esa clase de personajes de los que nunca te puedes fiar.
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