David Lapham ya se tiene ganado el cielo comiquero por esa maravilla atemporal conocida por Balas Perdidas que nunca me cansaré de recomendar y que debería de figurar en todas vuestras estanterías.
No es que vuelva Lapham a la serie pero tengo que reconocer que leyendo las páginas de este tomo autoconclusivo me invadió una agradable sensación de familiaridad. Quizá sea esa clásica estructura de viñetas, puede que el reconocible blanco y negro o quizá el desarrollo de personajes.
En cualquier caso, hablamos de una serie totalmente independiente de Balas Perdidas donde el autor, en colaboración con su mujer Maria, exploran lo intrincados lazos que el nazismo tiene en la sociedad estadounidense a través de la historia de la familia End desde el abuelo, quien luchó contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial a Jennifer, quien al enamorarse de un joven latino despierta el violento e irracional odio de su hermano.
Un relato que se queda corto en lo temático para resistir una comparación con American History X pero que tiene todas las garantías comiqueras que David Lapham siempre saber proporcionar a sus trabajos.
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