De Yudori tenemos claro lo que podemos esperar. Un delicado trazo, una bella composición, figuras elegantes y una pasión por todo lo que tiene que ver con la moda.
Si a esto le unimos la premisa argumental de una historia de amor entre dos jóvenes de clases sociales diferentes en la Corea de 1929, todo haría pensar en una folletinesca obra a medio camino entre la comedia sentimental y el costumbrismo. Y sí, de eso tenemos bastante, pero Yudori sabe aportar el suficiente abono argumental para poco a poco, según avanza la trama, ir desbloqueando subtramas de contexto histórico que tocan de lleno y exploran la sociedad coreana de la época donde Japón impone la ley del ocupante al mismo tiempo que llegan las primeras influencias de la cultura "moderna" de Occidente.
Una historia que casi me pierde en algún momento del relato pero que acabó convenciéndome con pinta de que la cosa subirá muchos enteros según lleguen nuevas entregas.
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