Acabado está. Después de los ríos de tinta vertidos, por fin ya tego mi propia opinión. Está claro que la larga espera no le ha hecho ningún favor a este libro, puesto que con el tiempo, las expectativas de los aficionados fueron subiendo exponencialmente. Con esto en mente, es justificable que muchos de estos aficionados esperaran la obra definitiva y de ahí su decepción una vez terminado el relato.
Comprendo que mucha gente se sintiera decepcionada tras su lectura, pero de eso a clasificarlo como mediocre y decir que Martin ha perdido la magia... puff, es mucho decir.
A mí, por el contrario, lejos de parecerme mediocre, me ha parecido brillante. Está claro que tras la acción trepidante de Tormenta de espadas, seguir el ritmo de acontecimientos en este libro era casi imposible. Además, si empiezan a pasar cosas por que sí, sin preparar ni construir personajes y situaciones, el castillo de naipes del tahúr de Martin se vendría abajo muy fácilmente.
Festín de cuervos es como un kit-kat, un paréntesis donde parece que no pasan cosas aunque realmente si que pasan (vaya si pasan!!!) y donde se construyen personajes para el futuro.
Está claro que con la cantidad de personajes y tramas que están en funcionamiento en estos momentos, era casi imposible tratarlos todos de una vez. De hacer esto, dedicando sólo un capítulo a cada personaje ya saldría un manuscrito de más de mil páginas. Por eso, como el propio Martin reconoce, con Festín prefirió contar mucho de pocos personajes que poco de muchos, citandonos para la siguiente entrega en la que continuará con los que no están en ésta.
Resumiendo. Podríamos decir que Festín es un libro de transición, al estilo de Choque de reyes, y del que seguramente recojamos frutos en posteriores entregas. Sé que es mucho pedir, después de lo que esperamos, pero estoy seguro que la paciencia se verá recompensada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario