lunes, febrero 15, 2010

DMZ

Siete tomos después, DMZ sigue al pie del cañón. Con un nivel medio más que notable, parece que en las dos últimas entregas los autores de esta saga quieren subir aún más nuestro nivel de excitación. No sé si entre los próximos párrafos se colará algún spoiler, así que cada uno siga leyendo según tenga a bien.




















Qué dos grandes sagas nos proporcionan Sangre en el juego y Poderes bélicos . No cabe duda de que DMZ siempre fue una serie política. Desde la primera página se respiraba ese ambiente enrarecido, mitad sucio, mitad podrido, que sólo se consigue en el mundo de las altas esferas gubernamentales. Nuestro querido protagonista, Matty, se limitaba a sobrevivir en ese mundo de tiburones y casi siempre acababa siendo el juguete en manos de un ente superior.

Después de varios tomos donde la acción se alejaba un poco del terreno meramente político, con Matty explorando los confines de la DMZ y donde el protagonismo lo recogían personajes anónimos, Brian Wood conduce de nuevo la acción al lugar donde todos queremos ver a Matty. Con la entrada en acción de Parco Delgado, uno de esos personajes secundarios que son puro magnetismo y que elevan nuestro nivel de interés a cotas elevadas, la situación en la DMZ cambia drásticamente y con ella, el papel de Matty, vuelve a dar un giro insospechado. Una vez más, se la vuelven a jugar, pero parece que al final de Poderes bélicos, aprende la lección y se decide a ser un tiburón más en el océano.

Me gusta como va evolucionando Matty. De un imberbe e idealista becario que apenas alcanzaba a ver las consecuencias de sus acciones, poco a poco y a base de palos, va saliendo a la luz el lado más oscuro de este personaje. Toma conciencia de su importancia en la partida que se está jugando y como todos lo demás también quiere su trozo de pastel.
Además, en estas dos entregas, se recuperan personajes del pasado que vuelven a tomar importancia en la historia. Los fantasmas blancos, ese gran hijoputa que es el Comandante de los Estados Libres, el enigmático y omnipresente Wilson.

Sin dar fechas definitivas, Brian Wood ya anunció repetidas veces que su intención es cerrar esta serie con, más o menos, 60 números. Estas dos sagas parecen que encaminan la trama hacía ese final. Una desviación que pone el horno al máximo y que nos deja con más ganas de ver cual es el papel final de Matty en todo este embrollo.

1 comentario:

Antonio(isaac manga(fran)) dijo...

Melo cabrito ahora tengo más ganas aún de comprarmela, te odio.