lunes, junio 28, 2010

El lobo solitario



Con tanta novedad en el mercado es complicado pararse, coger aire y reflexionar un poco sobre los tebeos que ya consideramos clásicos. No son pocas la veces, en que nuevos clientes que se acercan al mundo del cómic me preguntan por determinada novedad y yo acabo respondiéndoles algo así como: "si, está bien... pero antes tendrías que llevarte esto otro".

Con los cómics de samuráis, este hecho, es una constante. Me preguntan por novedades como Promesas rotas, El sonido del pueblo y yo acabo recomendando siempre El lobo solitario y su cachorro, sin duda LA REFERENCIA, en cuanto a tebeos de samuráis se refiere.

Hablar sobre Lobo Solitario es hablar de uno de esos tebeos que han trascendido al medio donde nacieron. Pese a que en el mundo occidental todavía se puede considerar un tebeo de culto (aunque hoy en día esta afirmación es cada vez más discutible), en japón, la saga del samurai que eligió seguir el camino del infierno, el camino de la venganza, es todo un clásico de la cultura popular, conociendo numerosas adaptaciones cinematográficas y siendo la base de inspiración para casi todos los mangas que posteriormente traten este género.


En el mundo occidental, este título llegó a los aficionados del cómic, convirtiéndose de inmediato en una referencia de culto, gracias a la labor de ensaltación llevada a cabo por Frank Miller que recoge el espíritu de la serie en Sin City.

Simplificando mucho la trama, Lobo Solitario es la historia de Ogami Ittō, el encargado de realizar el suicidio inducido de los nobles cuando estos eran condenados por el shogun. Debido a una conspiración llevada a cabo por un clan rival, los Yagyu, nuestro protagonista cae en desgracia a los ojos del shogun, forzándose a tomar el camino del infierno, con la última intención de vengarse del clan Yagyu. Acompañado por su hijo Daigoro, en el camino se encontrara con diversos personajes desde nobles samurais a asesinos y ladrones de la peor calaña, con los cuales, nuestros protagonistas interactuan siguiendo su particular código de honor.

Esta aventura le sirve a los autores de esta obra, Kazuo Koike y el dibujante Goseki Kojima, para hacer una radiografía exacta del Japón de la época, con un rigor histórico digno de elogio. Pero realmente, la fuerza de esta obra, la que nos lleva a engancharnos, son el propio Ogami Ittō y su hijo. Su capacidad de sacrificio, su inteligencia y como van superando todas y cada una de las trabas que los Yagyu ponen en su camino, los convierten es personajes reales, con sus fallos y con sus acierto, con sus penas y miserias.

Lobo Solitario no es una obra de fácil adquisición, sobre todo si tenemos en cuenta que sus más de 3000 páginas se reparte en 20 tomos publicados en España por Planeta. En estas épocas, recomendar un serie de 20 tomos es complicado. Yo siempre digo lo mismo. Todo es cuestión de organizarse y cada vez que se hace una compra, llevarse un tomo. La espera puede ser larga, pero os aseguro que el resultado final paga con creces. Además, esta afirmación la hago respaldado por el testimonio de muchos de los clientes que, tras un periodo de tiempo, consiguen tener esta colección en su poder.

Sin duda, Lobo Solitario y su cachorro es una obra j-imprescindible para cualquier aficionado y ninguna comicoteca estará completas si en sus estanterías no consta este título.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que lo de los 20 tomos echa para atras,sera cosa de coger fuerzas...¿Que tal los de "el samurai que vendió su alma"?

Ghanito dijo...

A serie é caralluda, mesmo coa pésima edición de Planeta.

E dicir pésima non é abondo descriptivo. Porén paga a pena mercala.