jueves, mayo 08, 2014

Last Man



A medio camino entre el homenaje y la parodia de los cómics de acción japoneses con Dragonball y Naruto como máximos representantes y combinando las esencias del manga y la BD europea,  el ínclito Bastien Vivès vuelve a la carga con su particular versión de lo que es esperable en un cómic de lucha al estilo japonés, aunque por supuesto, si hablamos de estilo, el Vivès es más francés que la Bastilla.

Escoltado por su grupo de colegas artistas, Balak y Mickaël Sanlaville, y con la incógnita de hasta donde llega la pasión y hasta donde la mofa, Vivès nos deja un manga a lo francés. Ritmo, narración y arquetípica trama de torneo de combate por rondas mezclado con el indiscutible y totalmente reconocible estilo gráfico del artista, tan preciosista como lleno de vitalidad.

Con un resultado 100% satisfactorio, por lo menos para este que escribe, Vivès vuelve a demostrar que para él no existen fronteras y que allí donde haya una historia para contar y lápiz y papel con la que hacerlo, él no va a atender a géneros o corsés estilísticos y que ciertamente las fronteras están ahí para pasar por encima de ellas.

Además, en una historia donde uno de los protagonistas se llama Richard Aldana y reparte hostias como panes, el resultado solo puede ser pura diversión.

Cómic ideal para todo tipo de lectores, desde lo más indis defensores del estilo europeo a los más fans del manga shonen y el cómic de acción.

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