jueves, octubre 18, 2018

La palabra del mudo



Celestín, un joven tan ingenuo como soñador, tiene un solo objetivo en la vida; ser director de cine. Su pasión por el séptimo arte es tal que lo lleva a abandonar el refugio familiar para buscar fortuna en el París de los locos años 20.

A través de los ojos de nuestro protagonista, Galandon y Blier hacen un homenaje a los comienzos del cine, con especial atención a ese momento clave que fue el paso del cine mudo al sonoro. Con una trama sencilla, sin grandes giros argumentales pero con alguna sorpresa y con el punto justo de pasteleo, acompañada por un dibujo dulce y amigable, La palabra del mudo se propone como un álbum de fácil y placentera lectura.

Una pequeña sorpresa por lo inesperado de la misma y que ciertamente interesará a lectores que disfrutan con obras como La memoria en los bolsillos o la imprescindible Lydie.


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