Vuelve el Mark Millar de las grandes ocasiones. Se ve que su paso a Netflix activó nuevamente la vena creativa en un nivel un poco superior al nivel de sus últimas propuestas y el mago de las ideas nos corresponde con un trabajo notable, por encima del piloto automático, donde podremos encontrar todas las señas de identidad de Millar, en esta ocasión trabajadas de principio a fin.
Como ya viene siendo habitual en este autor, sus obras tienen un ritmo muy cinematográfico, algo que unido al talento del dibujante Olivier Coipel parece ser la combinación perfecta para confeccionar una obra palomitera de categoría y puede que, para algunos, algo más.
La premisa, una orden de magos que protegen a la humanidad de los peligros de la oscuridad. Dentro de sus páginas, una historia de conflictos familiares, con ese toque trasgresor que tanto le gusta a Millar y con los necesarios giros argumentales para mantenernos enganchados a la lectura de principio a fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario