Por supuesto si alguien se esperaba que Ennis pudiera realizar una aportación convencional al personaje de Batman estaba muy equivocado. Esto es la línea Black Label, donde la transgresión no solo está permitida sino que es alabada.
Formando equipo con Liam Sharp estos dos autores dan forma a una historia de Batman diferente, tanto en la parte del argumento como en la formal de dibujo y color, donde una primera impresión nos puede traer a la mente a la mítica Arkham Asylum pero a la que Ennis se apresura a dotar de su personalidad con un Batman cínico, socarrón y altamente granuja, con diálogos y actitudes muy Ennis y con un embarazoso momento Killer Croc que quedará en nuestra retina comiquera.
Reptil es lo que se podía presuponer de un Batman hecho por Ennis. Desvínculado del canon, irreverente y totalmente diferente, algo que para muchos puede sonar a fresca agua salida del arroyo.
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