Daredevil, un superhéroe Marvel que siempre ha ido a su bola.
Esta es la suerte, o la desgracia, de ser una colección que no es un superventas y que vende lo justo y necesario para sobrevivir.
Como no vendes, a nadie le importas. Y como a nadie le importas, nadie se preocupa que haces o dejas de hacer con el personaje.
Resultado, uno de los mejores tebeos de superhéroes etapa tras etapa.
Frank Miller dejó muy clarita esta premisa cuando reescribió al personaje.
Desde su paso por la serie, todo habían sido comparaciones.
Y por supuesto, con Bendis/Maleev, la cosa no iba a ser distinta.
¿Su etapa es tan buena como la de Miller?
Para mi, un sí rotundo.
¿Su etapa es mejor que la de Miller?
Aquí me reservo el derecho a dejar pasar el tiempo y ver como madura. Pero en principio, no descarto la idea.
Quien nos iba a decir que, al señor Bendis, una premisa que nace con el mismo supehéroe, como es su identidad secreta, le iba a dar tanto juego como le dio durante los últimos años.
En dos etapas, siempre acompañado por Alex Maleev a los lapices, Bendis vuelve a dar una vuelta de tuerca a Daredevil, el personaje que ya estaba pasado de vueltas.
Dejando a un lado a los supervillanos, o lo que es mejor, usándolos en su justa medida, Bendis se centra más en el humano que va dentro del traje, en sus relaciones personales y como el ser un empijamado le puede cambiar la vida privada.
Una trama que va a más, y en la que surgen personajes secundarios de esos que perduran en el tiempo. Una trama donde el gris es el color predominante, donde los mismos protagonistas no saben sin son héroes o villanos.
En mi opinión, Bendis realiza un guión de libro, donde todo encaja y en el que nada chirría. Quizá un par de números al final pueden ser prescindibles, pero tampoco molestan tanto.
Y por supuesto, gran parte del éxito es del dibujante, de Maleev.
No es fácil llevar al estilo gráfico, las palabras, diálogos y ambientes que Bendis nos propone.
Se precisa un estilo real y sucio. Igual que lo que nos están contado.
Muy pocos dibujantes habrían podido encajar con el estilo que esta serie precisa.
Por suerte, Maleev es uno de ellos. Y por esto mismo, estamos hablando de una etapa que marcara época en el personaje.
La espera fue larga, pero por fin podemos hablar con conocimiento de causa.
Estamos ante una de las mejores sagas de "superhéroes" que se podrán leer nunca.
Un clásico desde la primera hasta la última hoja.
Esta es la suerte, o la desgracia, de ser una colección que no es un superventas y que vende lo justo y necesario para sobrevivir.
Como no vendes, a nadie le importas. Y como a nadie le importas, nadie se preocupa que haces o dejas de hacer con el personaje.
Resultado, uno de los mejores tebeos de superhéroes etapa tras etapa.
Frank Miller dejó muy clarita esta premisa cuando reescribió al personaje.
Desde su paso por la serie, todo habían sido comparaciones.
Y por supuesto, con Bendis/Maleev, la cosa no iba a ser distinta.
¿Su etapa es tan buena como la de Miller?
Para mi, un sí rotundo.
¿Su etapa es mejor que la de Miller?
Aquí me reservo el derecho a dejar pasar el tiempo y ver como madura. Pero en principio, no descarto la idea.
Quien nos iba a decir que, al señor Bendis, una premisa que nace con el mismo supehéroe, como es su identidad secreta, le iba a dar tanto juego como le dio durante los últimos años.
En dos etapas, siempre acompañado por Alex Maleev a los lapices, Bendis vuelve a dar una vuelta de tuerca a Daredevil, el personaje que ya estaba pasado de vueltas.
Dejando a un lado a los supervillanos, o lo que es mejor, usándolos en su justa medida, Bendis se centra más en el humano que va dentro del traje, en sus relaciones personales y como el ser un empijamado le puede cambiar la vida privada.
Una trama que va a más, y en la que surgen personajes secundarios de esos que perduran en el tiempo. Una trama donde el gris es el color predominante, donde los mismos protagonistas no saben sin son héroes o villanos.
En mi opinión, Bendis realiza un guión de libro, donde todo encaja y en el que nada chirría. Quizá un par de números al final pueden ser prescindibles, pero tampoco molestan tanto.
Y por supuesto, gran parte del éxito es del dibujante, de Maleev.
No es fácil llevar al estilo gráfico, las palabras, diálogos y ambientes que Bendis nos propone.
Se precisa un estilo real y sucio. Igual que lo que nos están contado.
Muy pocos dibujantes habrían podido encajar con el estilo que esta serie precisa.
Por suerte, Maleev es uno de ellos. Y por esto mismo, estamos hablando de una etapa que marcara época en el personaje.
La espera fue larga, pero por fin podemos hablar con conocimiento de causa.
Estamos ante una de las mejores sagas de "superhéroes" que se podrán leer nunca.
Un clásico desde la primera hasta la última hoja.