Detrás de este críptico título tenemos uno de los tebeos más sorprendentes que me he encontrado en los últimos tiempos. Esta sorpresa ya comienza antes de la lectura, puesto que su autor, Matsumoto Taiyo, cita entre sus principales referencias creativas a gente como Boucq, Moebius o Miguelanxo Prado. Un mangaka con influencias francoeuropeas. ¿No me digáis que la cosa no promete?
Pudiera ser que esto se quedara en una simple anécdota, pero la realidad es que en todas y cada una de las páginas de este tebeo, esa influencia está presente. En la narración, en la composición de página, en los fondos, personajes, etc... este manga tiene mucho más que ver con un álbum francés que con un manga al uso, aunque por supuesto, en ningún momento deja de perder la verdadera esencia del tebeo japonés.
Por si esto no fuera motivo suficiente para despertar vuestro interés, la aproximación que el autor hace a un relato de Yakuzas, no puede ser más original.
Dos niños, huérfanos, viven en las calles de su barrio, imponiendo su propia ley, intentando que un grupo de Yakuzas no tomen control de lo que ellos consideran su territorio. Estos dos hermanos, son Kuro y Shiro más conocidos como "los gatos". Dos personajes que mantienen una conexión especial, que roza lo sobrenatural.
Es en esta conexión sobrenatural, donde reside gran parte de la magia de este relato, llevando la historia de la acción más trepidante, a terrenos de gran carga emocional y espiritual.
Sé que este no va a ser tebeo para todos los paladares, pero os puedo asegurar que hacía tiempo que no me sumergía de tal manera en una lectura, tanto a nivel gráfico como a nivel de historia.
Un tebeo que invita a la revisión. Después de la lectura inicial, se antoja necesaria otra segunda, en la que poder recrearse en los interminables guiños a los autores antes mencionados, en especial a Moebius y sus mundos de ficción.
Publica Glenat, en una edición integral de los 3 tomos originarios a un excelente precio de 20 euros por más de 600 páginas.
Pudiera ser que esto se quedara en una simple anécdota, pero la realidad es que en todas y cada una de las páginas de este tebeo, esa influencia está presente. En la narración, en la composición de página, en los fondos, personajes, etc... este manga tiene mucho más que ver con un álbum francés que con un manga al uso, aunque por supuesto, en ningún momento deja de perder la verdadera esencia del tebeo japonés.
Por si esto no fuera motivo suficiente para despertar vuestro interés, la aproximación que el autor hace a un relato de Yakuzas, no puede ser más original.
Dos niños, huérfanos, viven en las calles de su barrio, imponiendo su propia ley, intentando que un grupo de Yakuzas no tomen control de lo que ellos consideran su territorio. Estos dos hermanos, son Kuro y Shiro más conocidos como "los gatos". Dos personajes que mantienen una conexión especial, que roza lo sobrenatural.
Es en esta conexión sobrenatural, donde reside gran parte de la magia de este relato, llevando la historia de la acción más trepidante, a terrenos de gran carga emocional y espiritual.
Un tebeo que invita a la revisión. Después de la lectura inicial, se antoja necesaria otra segunda, en la que poder recrearse en los interminables guiños a los autores antes mencionados, en especial a Moebius y sus mundos de ficción.
Publica Glenat, en una edición integral de los 3 tomos originarios a un excelente precio de 20 euros por más de 600 páginas.
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