Dicen que sin riego no hay recompensa. Aunque también es cierto que la simple asunción de ese riesgo no garantiza la recompensa final. De lo que no hay duda es de que a Mickaël Sanlaville, creador de este trabajo, no se le puede acusar de no intentarlo.
La plaga verde nace con vocación de película de serie Z, de esas donde la acción, la bizarrez, el humor y en general los géneros se mezclan sin claras fronteras entre unos y otros.
Sin previo aviso y sin saber muy bien cómo, una planta carnívora surge de la nada y destruye a todo ser humano que se cruza por su camino. Nuestro protagonista Murphy, un niño y un perro son los únicos supervivientes de género masculino, los cuales son rápidamente secuestrados por un ejército de amazonas que los quieren usar como motores de sus planes reproductores.
Tan delirante como atractiva, esta trama es toda una propuesta para los lectores más aventureros, ávidos de nuevas lecturas y sensaciones. Acompañado de un estilo gráfico realmente seductor, tan dinámico como expresivo, tan cercano a la línea clara como al manga, Mickaël Sanlaville nos ofrece un cómic muy personal, arriesgado y que despertará nuestra curiosidad a poco que le echemos un ojo.
Recomendable para lectores cansados de leer siempre lo mismo y que busquen nuevas propuestas, siempre y cuando lo que vean delante de sus ojos les sea atractivo. Un cómic que despertará pasión y odio por igual. ¿Estaremos ante el nuevo Vivès?
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