Con Metralla nos había sorprendido a todos los lectores con la originalidad y personalidad de su propuesta. Con Jamilti, pese a fugaces destellos, no acabó de confirmar las sensaciones de ese primer trabajo. Parece que Rutu Modan dejó esa misión para esta tercera entrega conocida como La propiedad.
Una obra que repite esquemas ya vistos en Metralla, en esta ocasión la excusa argumental es la búsqueda de una propiedad familiar perdida en Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial, pero que aporta la suficiente frescura y novedad para disfrutar la lectura sin ningún atisbo de déjà vu.
El viaje de Regina Segal y su nieta Mica en busca de ese inmueble familiar, se convierte en un maravilloso relato donde los secretos del pasado se mezclan con los sucesos históricos, las complicadas relaciones familiares siempre ensuciadas por el poderoso dinero y donde el amor, pasado y presente, también tendrá su espacio.
Con una propuesta gráfica remodelada, con más carencia si cabe por la línea clara y con la única pega posible de una marcada presencia fotográfica, Rutu Modan despliega en las páginas de La propiedad todo el talento contenido durante estos años, regalándonos pasajes como el del Fotoplastikon que valen por sí mismos la compra del álbum.
Rutu Modan sabe llevarnos por las páginas de este cómic en un perfecto equilibrio entre ficción y realidad, llenando el relato de grandes personajes y pequeños momentos llenos de sensibilidad y belleza.
Uno de los tebeos a tener en cuenta en nuestras compras navideñas, tanto como consumo personal como para regalo con la seguridad de que nos proporcionará una historia para el recuerdo.
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