martes, junio 07, 2016
Crisálida
Sabiendo que Carlos Giménez es, y siempre será, el inmortal autor de una obra maestra del cómic como es Paracuello, paradigma de la crueldad y miseria de una época de nuestra historia como fue la postguerra, afirmar que Crisálida quizá sea su álbum más duro, descarnado y desesperanzador, podría sonar a exageración, pero creo que pocos lectores podrán acabar la lectura de esta obra sin tener una sensación de abatimiento comiquero.
A través de este cómic y de la mano de ese desdoblamiento de personalidad metalinguistica que son los personajes del Tío Pablo y Raúl, Carlos Giménez realiza un acercamiento a las miserias de la vejez y como este periodo vital, con sus limitaciones físicas, afecta al proceso creativo.
Una historia que tiene tanto de ficción como de realidad y en la que Giménez mezcla su discurso literario y comiquero, siempre con la protesta y la reivindicación como como bandera, con una realidad (Giménez entra y sale a voluntad en la autobiografía) que es la suya o la de muchos autores de cómic que llegan a la senectud tras toda una vida dedicada al oficio de realizar cómics.
Una obra para disfrutar en la reflexión y que no dejará indiferente a ningún lector en edad adulta y con la que Giménez demuestra que los años más que pesarle cada vez le sientan mejor a su carrera.
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