El librero suplente
Vaya dos meses que nos ha dado Panini con tomos de Lobezno: El final de la gran etapa de Jason Aaron con Adiós, Chinatown y el comienzo de Lobezno y la Patrulla-X del mismo autor, el clásico moderno Enemigo del Estado de Mark Millar y dos clásicos básicos, Arma-X de Barry Windsor-Smith y este Lobezno - Honor, la primera saga en solitario del mutante de las garras.
Para esta saga, Chris Claremont, en la cima del mundo con su Patrulla-X, se juntó nada menos que con Frank Miller, que empezaba su imparable camino al estrellato con Daredevil, para llevar a Lobezno a Japón, en una historia de amor, honor y redención que daría una profundidad nunca vista al personaje.
Si bien la idea principal y los textos son obra de Claremont, aquí el protagonista absoluto es Frank Miller, con una narrativa visual que brilla especialmente en unas secuencias de acción dinámicas como pocas veces se había visto en el comic de superhéroes.
Una obra imprescindible para los fans del personaje y esencial para entender la evolución del autor que, con permiso de Alan Moore, cambió la forma de ver los superhéroes durante los años 80.
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