Una obra que al igual que pasaba en la Beauté o en Preciosa Oscuridad, nos puede dar una impresión muy distinta a la real, puesto que detrás del cautivador y bello dibujo de toques góticos en blanco y negro de Gatignol, se esconde una sórdida historia de gigantes seres, putrefactos en su interior, llena de perturbadoras imágenes que se acerca más a los oscuros relatos de Perrault que a las idílicas y luminosa creaciones de Disney.
Un cómic que se posiblemente no sea apto para todos los paladares, pero que sí satisfará completamente a aquellos lectores que tenga el gusto hecho a la historia propuesta.
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