Curioso como uno de los álbumes de Jason que más indiferente me ha dejado es también uno de los que mejor salida comercial está teniendo. Está claro que la marca Camino de Santiago pesa mucho y puede captar la atención de un público totalmente diferente al habitual de Jason. Pero la verdad es que yo aquí echo de menos esos mosqueteros que se enfrentan a aliens y demás extrañas mezclas de géneros que son la seña de identidad del autor.
Este libro tiene más de cuaderno de viajes que de loca aventura y pese a que seguimos contando con los habituales protagonistas animales antropomórficos, la historia no deja de ser un muy humano relato autobiográfico de la experiencia del autor realizando el camino de Santiago.
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