jueves, marzo 21, 2019
Epiphania
De sus necesidades financieras surge esta concesión Ludovic Debeurme para con el gran público. O al menos, lo que este autor concibe como una obra más comercial. Porque claramente, pese a su intención y todas sus concesiones, yo no calificaría este Epiphania como una obra comercial.
Con un tono y una trama muy indie, al más puro estilo Burns, todo empieza con un tsunami que inunda la tierra y que después de hacer limpieza, deja unos fetos que aparecen por todos los rincones. Estos seres en estado de gestación son tan humanos como animales y su nacimiento trastorna el orden social establecido. La convivencia entre estos mixbodies y los humanos se realiza de forma anárquica y quebradiza.
Un álbum donde Debeurme pone el dibujo al servicio de la historia, alejándose de su habitual estilo experimental y acercándose más a un estilo Hergé y donde pasaremos de las catástrofes naturales y la acción a un cómic más intimista y social, manteniendo en todo momento un denominador común que es la necesidad de seguir leyendo esta historia una vez empezada.
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