Carlos Giménez cierra con Es hoy la que se conoce como la trilogía del crepúsculo donde este autor, por medio de Pablito, su idefectible alter ego, hace una reflexión sobre su vida desde la vejez. En este último capítulo llega el momento en el que el autor tiene que afrontar su propia muerte.
Siguiendo la dirección ya recorrida en Crisálida y Canción de navidad, esta última entrega es continuista con lo ya expuesto anteriormente, alternando reflexiones personales con anécdotas vitales en la línea de Los Profesionales. Momentos más desabridos con otros más luminosos, con ese siempre presente humor tan propio del autor y con momentos que incluso podrían clasificarse como de crónica social.
Los que ya venís siguiendo esta trilogía encontraréis un punto final en este álbum acorde a lo esperado. Si todavía no habéis iniciado su lectura, quizá ahora se un buen momento para hacerlo.
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