Con este título podíamos intuir que en las páginas de este cómic nos vamos a encontrar un melodrama de esos de telefilme de sobremesa. Afortunadamente, Zidrou se encarga de darle una dimensión diferente a esta historia, tratando la temática de la adopción al estilo Zidrou, con esa manera de narrar y de contar tan familiar que consigue hacer nuestras sus propuestas y que nos lleva de la risa a la reflexión en pocas viñetas.
Un emotivo trabajo que encuentra en Arno Monin el dibujante perfecto y que con la excusa argumental de la adopción del título explora los terrenos de las relaciones intergeneracionales y familiares.
Una lectura que volará en nuestras manos y que acaba con un final en suspenso que nos emplazará al segundo y definitivo tomo de la historia.
Por supuesto, agradará a los fans de Zidrou y a los que disfrutan con historias como Lydie o Los buenos veranos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario