Con permiso de Abercrombie, los nombres propios de la fantasía heroica de las últimas décadas son Rothfuss y Martin. La mención no es casual porque The highest house es una historia que se podría emparentar en muchas facetas con las obras creadas por estos autores a la que Mike Carey le ha sabido dar su propia personalidad y esencia.
Este guionista, Carey, tiene una más que merecida reputación como constructor de universos. Esta serie se apoya en estos cimientos para erigirse como un título destacable dentro de la fantasía, con muchos parajes que nos resultarán familiares pero en los que nunca llegaremos a pensar en modo pastiche.
Ayudado en la parte gráfica por Peter Gross, un curtido dibujante habitual de la línea Vertigo al que es complicado buscarle alguna falla significativa que vaya más allá de gustos personales, ambos se confabulan para crear una serie llamada a perdurar en el tiempo como una de las referencias destacadas.
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