Alguien tuvo que ser el primer "distinto" del grupo. Aquel que empezó a pensar y a sentir de una manera diferente al resto. En este trabajo Jérémie Moreau bautiza a este personaje como Penss, una figura que aglutina a todos los posibles primigenios distintos.
La acción se sitúa en nuestra prehistoria. En el clan, Penss prefiere pasar sus horas observando e intentando comprender la naturaleza que saliendo de caza, algo que entre sus compañeros no tiene mucha aceptación.
Moreau acompaña esta premisa argumental con su preciosista dibujo acuarelado que se acomoda a la perfección a los ambientes naturales en los que transcurre la historia con la intención final de realizar una reflexión, por momentos filosófica, por momentos poética, siempre vital, sobre la condición y el papel del arte y la ciencia en nuestra sociedad que podemos leer en clave prehistórica o en clave de modernidad. Funcionaría en cualquiera de las dos lecturas.
Emotiva. Distinta como el propio Penss. Fresca. Original.
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