En el Japón medieval y con una potente base histórica real tiene lugar la trama de este Kuro-San. La increíble epopeya de Yasuke, un esclavo negro que llega a Japón con un jesuita y que rápidamente, por sus condiciones físicas, llama la atención de Nobunaga, primer unificador del país nipón.
«El 23 del segundo mes, vino un siervo negro de los países cristianos. Aparentaba 26 o 27 años, todo su cuerpo era negro como el de un buey. Era sólido y tenía presencia. Además, su fuerza era superior a la de 10 hombres juntos.» Oda Nobunaga, memorias, 1579.
Lo que nadie podía imaginar es que la relación entre amo y esclavo escalara hasta el punto de llegar a la amistad y el respeto.
Esta es la historia de Kur-San, el señor negro. Y como en toda buena historia de samuráis tanto la acción como las intrigas de palacio están garantizadas.
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