Hasta aquí no habría mucho problema si la parte del marketing no intentara anular a la parte creativa para llevarse todo el reconocimiento y los ingresos económicos derivados.
Bill Finger es el gran protagonista final de esta historia pero todo está contado a través de la figura Marc Tyler Nobleman y su investigación para reivindicar la figura de Bill Finger y muchos otros artistas (Sheldon Moldoff, Dick Sprang, Win Mortimer) a los que Batman les debe tanto y que durante tanto tiempo permanecieron en el total anonimato.
En dos líneas temporales que nos llevan constantemente de la era de Finger a la de Nobleman, Voloj y Zadok consiguen realizar un entretenido cómic que se mueve a medio camino entre la biografía y el documental de investigación.
Recomendable para cualquier tipo de lector pero que debería de ser de obligada lectura para todo aquel que aún hoy en día no tenga noción de que Batman tiene dos padres y uno de ellos es Bill Finger.
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