Desde que Chaykin se propuso ganarse una jubilación anticipada dedicándose a dibujar todo proyecto que se pusiera a tiro, fuese cual fuese, es realmente difícil ser un seguidor de este autor. En otros tiempos, el nombre de Chaykin en un tebeo era sinónimo, cómo mínimo, de comprar algo distinto y con un mínimo de calidad. Desgraciadamente, en los últimos tiempos, esta máxima dejó de tener validez. Está claro que American Flagg es un as en la manga de mucho peso, pero como todo en en la vida, hay un límite.
Dominic Fortune me devuelve la fe en el mejor Chaykin. Dentro de la línea Max de Marvel, lugar perfecto para el tipo de historias donde este autor se siente cómodo, donde no tienes que preocuparte por el código moral y donde supuestamente te van a leer lectores adultos, Chaykin recupera al personaje de Dominic Fortune, borrando de un plumazo sus implicaciones superhéroicas y devolviendonos a ese mercenario jamesbondinado, seductor y con una especial querencia y fidelidad por el dinero.
En este primer número de la serie, se nos presenta la trama principal, donde Fortune tiene que hacer de niñera de tres estrellas del cine de los años 30', un trabajo simple pero que conlleva unas implicaciones políticas que el mismo Fortune no llega ni a imaginar. Política, sexo y hedonismo. Por si esto fuera poco, la parte gráfica nos devuelve a un Chaykin pletórico, tanto en la narrativa como en el grado de detalle que pone en todas y cada una de sus viñetas. Está claro que el autor no se tomó este trabajo como un encargo alimenticio.
Con sólo un número en el mercado, es pronto para hacer un balance, pero todo indica que el mejor Chaykin está de vuelta. Let's wait and see.
Por ahora sólo disponible en inglés.
miércoles, agosto 26, 2009
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