Con el inminente estreno de Ironman 2, Panini rescata en su edición Marvel Gold LA SAGA por excelencia del personaje y todo un clásico del cómic.
El demonio en una botella es sin duda la etapa creativa más celebrada sobre el personaje. Una historia que cambió el rumbo de El hombre de hierro, redefiniendo su imagen y personalidad para convertirla desde ese momento en el estándar aceptado por la industria y los lectores.
David Michelinie y Bob Layton escribieron una historia sobre la parte más humana de Iron Man, sobre Tony Stark y el mundo que lo rodeaba. Creando uno de los enemigos más temibles vistos hasta el momento, el empresario Justin Hammer, sin ningún tipo de superpoder pero armado con la crueldad innata en el ser humano y con un ansía de poder que llevara a atacar a Tony Stark en su propia realidad de magnate. La dupla de guionistas se complementaban a al perfección. Mientras que Michelinie se desentendía totalmente del contexto superheroico y se preocupaba por contarnos una historia centrada en el ser humano, Bob Layton hacía gala de sus conocimientos y le daba al aficionado el toque superheoico que demandaba la cabecera.
Por suerte, en esa época, Iron Man no estaba en su etapa de popularidad más alta. Las ventas no eran la mismas que cuando se creó al personaje y por tanto, la casa de la ideas estaba dispuesta a darle cierta cancha al equipo creativo. La cuestión era que hicieran lo que quisieran... siempre y cuando consiguieran relanzar al personaje.
Es curioso como la mayor parte de las grandes sagas superheroicas nacen de situaciones parecidas, con personajes en sus fases de popularidad más bajas que hace que los equipos creativos tengan total libertad con el personaje. Visto lo visto, a lo mejor les compensaba dar esta libertad creativa sin esperar a que los personajes se hundan, no?
Por si fuera poco, a estos guionistas en estado de gracias, llenos de idea y con muchas ganas de contar nuevas historias, se une un dibujante como Romita Jr, también con muchas cosas que decir y que sin quererlo también va a redefinir la parte gráfica de Iron Man. Nunca antes la armadura había brillado como hasta ese momento y automáticamente se convirtió en el estándar gráfico a seguir.
Las historias de este equipo creativo se alargaron durante bastantes números de la colección. Este tomo no recopila toda la etapa, pero si que recoge los 9 números que están considerados como claves y donde todo lo anteriormente visto cobra sentido, incluido ese celebrado y premiado nº 128 americano, donde cual Hamlet, Tony Stark se enfrenta de tú a tú con su peor enemigo, el propio Iron man.
Sin duda un clásico del tebeo, que todo el buen aficionado tendría que tener en su biblioteca y que, por supuesto, tendría que leer antes de acercarse al cine para ver la saga fílmica.
Como diría el amigo Zequerias, Nuff Said!
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