martes, abril 13, 2010

Lulú Mujer Desnuda


Étienne Davodeau es un autor que se mueve siempre dentro de unos temas que podríamos definir como de interés social. A veces, sus exposiciones son totalmente directas y con un alto grado de denuncia (Ha muerto un hombre, La mala gente o la increíblemente inédita en castellano, Rural). Otras, como en el caso que nos ocupa, su preocupación es más la de contarnos una historia que, sin querer, destila todos esos matices propios del "cómic social".

Una de las cualidades destacables de Davodeau como narrador, posiblemente la que me enamora álbum tras álbum, es su naturalidad, la manera en la que las historias fluyen por sí mismas, sin artificios. Personajes reconocibles desde el primer instante, cercanos y con los que compartimos de inmediato problemas, preocupaciones y esperanzas vitales.

En Lulú, vuelve a la carga. La historia que nos cuenta, con una protagonista femenina, la Lulú del título, tenía todas las papeletas para resultar una historia de clichés femeninos al uso. Una mujer que llega a los 40 descontenta con su matrimonio, en paro y que tras una fallida entrevista de trabajo, decide tomarse una pausa en su vida. Su familia y sus amigos asisten atónitos a la catarsis de Lulú, al mismo tiempo que se nos presentan como narradores indirectos de sus circunstancias.

Gráficamente, Davodeau vuelve a hacer uso de sus armas. Su estilo gráfico, en apariencia sencillo, su gran uso del color como creador de atmósfera y sensaciones, su economía en los textos y sus formidables diálogos. La sencillez hecha arte.

No es casual que en el prefacio de libro, el mismo autor escriba esta advertencia:

"Este relato es una ficción. Cualquier coincidencia de los hechos narrados con los de vuestras vidas o las de vuestros conocidos se debe al puro azar (el cual es un bromista redomado)."

Un único pero a todo el conjunto. Este Mujer Desnuda, es sólo la primera entrega de las dos previstas para la serie. Sus más de 80 páginas sólo nos cuentan el inicio de la aventura de Lulú quedando su destino final hipotecado hasta la definitiva segunda entrega.

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