lunes, abril 19, 2010
Rebétiko: La mala hierba
"El rebétiko nació en la Grecia de los años veinte y puede compararse por su temática con el tango o el fado. Hay quien dice que es el blues griego. Se baila de una manera hipnótica, con los ojos cerrados. El bailarín se levanta como si lo estuvieran llamando y se pone a girar despacio sobre sí mismo, siguiendo cada inflexión de la melodía"
Si hay un sustantivo con el que podemos definir la música rebética, este es libertad. Quizá hoy en día , en nuestra sociedad, esta significación haya perdido fuerza, pero allá por el año 1936, con un panorama fascistoide apoderándose de Europa, y con la llegada al poder en Grecia del dictador Metaxas, esta música representaba una fuente de exaltación libertaria presente y constante. Los rebetes, armados con su buzukis, funcionaban sin intentarlo como símbolos contestatarios. Estos crápulas, mitad mafiosos, mitad artistas, sólo pretendían vivir su vida y tocar su música arrabalera. Eso es lo que los hacía felices.
David Prudhomme nos muestra una instantánea, a modo de tebeo, de un día cualquiera en la vida de estos músicos convertidos en parias. Unos canallas de día y unos verdaderos maestros del buzuki de noche. De lo intrascendente a lo emotivo, este álbum de gran presencia y poderío gráfico consigue evocar por medio de imágenes, las sensaciones y sentimientos que tendrían que despertar este grupo de músicos. Algo muy fácil de decir, pero realmente difícil de conseguir y que sólo una autor en estado de gracia y muy consciente de las capacidades narrativas a su alcance, como es el caso de Prudhomme, puede llegar a conseguir.
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1 comentario:
Mierda, lo quiero.
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